¿Recuerdas aquel libro que me
prestaste al principio de todo? El del físico, aquel que venció todo pronóstico
y fue grande desde una silla de ruedas…Yo aún lo recuerdo, como me recuerdo a mí
con la cara de boba cuando te escuche hablarme de él por primera vez, como te
recuerdo a ti y a la forma en que tus ojos se iluminaban cuando de hablar de física
se trataba. El tiempo es tan relativo…hace
que los momentos felices se esfumen, que las penas se alarguen, que la espera
sea eterna y que los recuerdos no hagan más que aparecer cuando menos imaginamos,
cuando más atrás parecen estar. Esa es probablemente la magia de los recuerdos,
superan al tiempo, al espacio, a cualquier ley de aquellas de las que me contaste,
las que con paciencia y cariño tratabas de enseñarme, a ese presente que se convirtió
en ayer y al que no logramos regresar.
A veces pienso en nosotros y todo resulta ser en mi cabeza como aquellas
estrellas que brillan hoy por la noche pero que se saben muertas desde hace mucho,
así la luz de lo que un día fuimos sigue viajando a través de los años aunque
la historia se haya acabado, y esa luz es la que en cuanto me descuido ilumina
mi corazón, un corazón que mientras más se expande más cerca esta de la implosión.
Esa fue, la breve historia de
nuestro tiempo, tan torpes e ilusos dejamos en la teoría el amor que nos había juntado,
nuestros universos colapsaron , nuestros corazones viajaron en solitario , el
tiempo se ha llevado lo que nos hemos dejado y en días como estos la estela de
tú imagen sonriendo , de tus ojos dorados ,de nuestras manos al viento le dan
claridad a una noche que no parece terminar.
Que oscuridad se vive del otro
lado de la luna, que deseos de dar un salto al olvido y poder enterrar aquello
que apagó el sueño, que llenó de frío, que ansiedad por romper toda ley y dar un salto directo hacia dentro, a esos brevísimos
momentos y hacer de ellos infinitos ¿recuerdas nuestros Infinitos? ¿Esas eternidades
que tanto nos juramos, en las que tanto creímos?
Cada que se algo de aquel físico te
recuerdo, el aroma de las hojas de aquel libro pareciera flotar de nuevo en el aire
y por un instante , tan solo por un breve instante siento que estas de nuevo conmigo , que estamos otra
vez como aquel día ,al principio de todo , antes de que nuestro todo se volviera
nada.
