Noche de año nuevo , mi avión
despegó , las luces de la ciudad cada vez más lejanas dieron paso a la total
oscuridad , la bóveda celeste llenó mi ventana y ahí las vi , a todas y cada
una de ellas, ,estrellas brillantes , parpadeos de un tiempo distante , tus
favoritas ,recordé , mis favoritas también y poco a poco regresé aquella
nuestra única noche en la playa …
Aquel día habíamos peleado por la
vida, por el pasado y lo absurdo del presente, más tranquilos nos recostamos en
la arena y nos contamos todas esas cosas que se cuentan en intimidad, me
hablaste de tus mejores días, te conté mis peores noches, recordamos viejos
amores y reímos sin parar, la tarde cayó de sorpresa y sin mirarnos caminamos a
lo largo de la costa ,cansados nos sentamos en un camastro ,yo detrás de ti ,
rodeándote con mi brazo , tú recostado sobre mi pecho , callados , contemplando
la inmensidad y de pronto dijiste:
—¿Qué es eso?
—¿Qué es qué? —respondí— y señalaste un punto en el cielo
pero no vi nada.
—¿Qué era? —Te pregunté— Algo brillante como
una estrella pero pasó muy rápido.
—¡Ah! una estrella fugaz —contesté—
¡Pide un deseo! —exigí— ¿Un deseo? ¿Por
qué o para qué?
Brevemente te expliqué aquella
popular creencia de que cuando uno ve pasar una estrella fugaz debe pedir en
silencio un deseo y este se cumplirá…
—¿Te lo cuento? —preguntaste— ¡No! o ¡no se
cumplirá! con que tú lo sepas basta —me
apresure a responder— y después nos quedamos en silencio y casi al momento pasó
frente a nuestros ojos ,y esta vez sin lugar a dudas pude verla, ¡Otra estrella
fugaz! Y sin tardar pedí un deseo, ambos la vimos desaparecer en el firmamento
y nos quedamos sin hablar.
Mientras más se acostumbraban
nuestros ojos a la oscuridad más estrellas aparecían en el cielo, una ,dos
,tres , diez ,cincuenta , infinitas ,de repente nos vimos cobijados por ese
manto estelar inacabable ,tan
irremediablemente inalcanzable y a la vez tan familiar y por minutos que parecieron una eternidad no
hicimos otra cosa más que dejarnos absorber por la magnificencia del universo y
sus misterios, por la claridad de esa noche taciturna y segura estoy que ambos
pedimos que no tuviera final.
Pero aquella noche había
terminado ,yo estaba de camino a un hogar que no estaba segura que siguiera
siendo mi hogar , celebrando el fin de
año en el incomodo asiento de un pequeño avión ,pensando en todo aquello que
pudo ser y no fue ,en lo que ya no será y todo aquello que fue y quedo atrás ,
dándole tantas vueltas a todo , a cada uno de nuestros momentos , brevísimos
momentos juntos , a cada palabra , cada acción ,mirando las estrellas por la
ventanilla y preguntándome si nuestro adiós tendrá un hasta pronto o si al
final seremos como las estrellas fugaces de aquella noche , brillantes como
diamantes , efímeras como todo lo más bello de esta vida. Pese a todo , yo se
que nuestro encuentro estaba escrito , que la brevedad de nuestro idilio ,
perdurara más allá de lo concebido , trascenderá porque al final de todo , nos
reconocimos y eso nunca se podrá borrar.
Qué texto tan bonito!!!!!! Me ha gustado mucho. Me alegra leerte de nuevo.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias linda ,me da gusto que te agradara ,debo confesar que me costo mucho terminarlo , pero por fin aqui esta , tratare de escribir más seguido , un abrazo!
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