viernes, 25 de marzo de 2016

Estrellas fugaces





Noche de año nuevo , mi avión despegó , las luces de la ciudad cada vez más lejanas dieron paso a la total oscuridad , la bóveda celeste llenó mi ventana y ahí las vi , a todas y cada una de ellas, ,estrellas brillantes , parpadeos de un tiempo distante , tus favoritas ,recordé , mis favoritas también y poco a poco regresé aquella nuestra única noche en la playa …

Aquel día habíamos peleado por la vida, por el pasado y lo absurdo del presente, más tranquilos nos recostamos en la arena y nos contamos todas esas cosas que se cuentan en intimidad, me hablaste de tus mejores días, te conté mis peores noches, recordamos viejos amores y reímos sin parar, la tarde cayó de sorpresa y sin mirarnos caminamos a lo largo de la costa ,cansados nos sentamos en un camastro ,yo detrás de ti , rodeándote con mi brazo , tú recostado sobre mi pecho , callados , contemplando la inmensidad y de pronto dijiste:

—¿Qué es eso? 
—¿Qué es qué?  —respondí— y señalaste un punto en el cielo pero no  vi nada.
 —¿Qué era? —Te pregunté— Algo brillante como una estrella pero pasó muy rápido.
—¡Ah! una estrella fugaz —contesté— ¡Pide un deseo!  —exigí— ¿Un deseo? ¿Por qué o para qué?

Brevemente te expliqué aquella popular creencia de que cuando uno ve pasar una estrella fugaz debe pedir en silencio un deseo y este se cumplirá…

 —¿Te lo cuento? —preguntaste— ¡No! o ¡no se cumplirá! con que tú lo sepas basta  —me apresure a responder— y después nos quedamos en silencio y casi al momento pasó frente a nuestros ojos ,y esta vez sin lugar a dudas pude verla, ¡Otra estrella fugaz! Y sin tardar pedí un deseo, ambos la vimos desaparecer en el firmamento y nos quedamos sin hablar.

Mientras más se acostumbraban nuestros ojos a la oscuridad más estrellas aparecían en el cielo, una ,dos ,tres , diez ,cincuenta , infinitas ,de repente nos vimos cobijados por ese manto estelar  inacabable ,tan irremediablemente inalcanzable y a la vez tan familiar  y por minutos que parecieron una eternidad no hicimos otra cosa más que dejarnos absorber por la magnificencia del universo y sus misterios, por la claridad de esa noche taciturna y segura estoy que ambos pedimos que no tuviera final. 


Pero aquella noche había terminado ,yo estaba de camino a un hogar que no estaba segura que siguiera siendo mi hogar ,  celebrando el fin de año en el incomodo asiento de un pequeño avión ,pensando en todo aquello que pudo ser y no fue ,en lo que ya no será y todo aquello que fue y quedo atrás , dándole tantas vueltas a todo , a cada uno de nuestros momentos , brevísimos momentos juntos , a cada palabra , cada acción ,mirando las estrellas por la ventanilla y preguntándome si nuestro adiós tendrá un hasta pronto o si al final seremos como las estrellas fugaces de aquella noche , brillantes como diamantes , efímeras como todo lo más bello de esta vida. Pese a todo , yo se que nuestro encuentro estaba escrito , que la brevedad de nuestro idilio , perdurara más allá de lo concebido , trascenderá porque al final de todo , nos reconocimos y eso nunca se podrá borrar.






2 comentarios:

  1. Qué texto tan bonito!!!!!! Me ha gustado mucho. Me alegra leerte de nuevo.
    Besos.

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    1. Muchas gracias linda ,me da gusto que te agradara ,debo confesar que me costo mucho terminarlo , pero por fin aqui esta , tratare de escribir más seguido , un abrazo!

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